Marina Pérez, directora de La Toga Teatro: “No puede haber mayor satisfacción que la de saber que con el exoesqueleto se va a mejorar tanto la calidad de vida de los niños y niñas”
Marina Pérez Caballero es una abogada cordobesa que ha sabido combinar su amor por la cultura con su vocación profesional. Como directora de La Toga Teatro, una compañía de teatro amateur formada en su mayoría por abogados y abogadas del Colegio de la Abogacía de Córdoba, Marina ha demostrado que el arte puede ser un espacio de encuentro y solidaridad. Aunque ninguno de los integrantes, excepto la directora, cuenta con una formación profesional en arte dramático, la pasión y dedicación de todos los ha llevado a cosechar grandes éxitos sobre el escenario.
Bajo su dirección, La Toga Teatro ha demostrado que el arte puede ser un vehículo poderoso para el cambio social. A través de su última representación de la clásica obra «La Venganza de Don Mendo», la compañía no solo ha entretenido al público con su humor y picardía, sino que también ha mostrado su lado más solidario. Este año, las recaudaciones de sus funciones están destinadas a una causa muy especial: la compra del primer exoesqueleto en Andalucía para la Fundación Fepamic, una herramienta que cambiará la vida de muchos niños y niñas con discapacidad y facilitará la labor de los profesionales que los atienden.
Hoy hablamos con Marina Pérez sobre su pasión por el teatro, su compromiso con la discapacidad y cómo ha logrado combinar su carrera en la abogacía con su amor por la cultura. Nos sumergimos en su experiencia como directora de esta singular compañía de teatro que une Derecho, Arte y solidaridad.
1. Marina, ¿cómo surge la idea de combinar tu profesión de abogada con la dirección de una compañía de teatro aficionado como La Toga Teatro? ¿Qué os motivó a iniciar este proyecto?
Surgió casualmente, cuando varios compañeros abogados charlábamos de nuestras aficiones. A todos nos gustaba el teatro y uno de ello propuso crear un grupo bajo mi dirección y hacer teatro para el Colegio de Abogacía. Me encantó la idea y en cuanto la propuse al Comité de Cultura del Colegio, éste nos apoyó en todo y empezamos con esta aventura.
2. La Toga Teatro ha mostrado un fuerte compromiso social, en especial con la Fundación Fepamic, destinando las recaudaciones para la compra de un exoesqueleto para niños con discapacidad. ¿Cómo nació esta colaboración y qué os llevó a elegir esta causa en particular?
Desde un principio, hemos destinado la recaudación de todas nuestras representaciones a fines benéficos, colaborando con distintas asociaciones y entidades que se dedican a ayudar a los más necesitados (bancos de alimentos, acogimiento familiar, discapacidad…).
Nuestra colaboración con Fepamic también surgió casualmente. Ellos asistieron a una de nuestras representaciones y quedaron encantados. Fueron a saludarnos después de la función y nos hablaron de sus proyectos, y fue entonces cuando nosotros fuimos los que quedamos encantados con su labor social, comprometiéndonos con ellos a colaborar y a apoyarlos en todo lo que pudiéramos desde nuestro grupo de teatro. Desde entonces somos como una pareja de novios, estamos enganchados.
3. ¿Qué impacto esperas que tenga la compra de este exoesqueleto en la vida de los niños que lo necesitan y en el trabajo de los profesionales que los atienden?
Fepamic ha dedicado muchísimo esfuerzo y dinero para poder adquirir el exoesqueleto, y estoy segura de que merecerá la pena. Ojalá sea una herramienta efectiva y verdaderamente útil que mejore notablemente la calidad de vida de todos los niños que la necesiten. Tanto para Fepamic como para nosotros, no puede haber mayor satisfacción que la de saber que con el exoesqueleto esos niños y sus familias van a tener una vida más fácil y que también se facilitará el trabajo de los profesionales que los atienden.
4. Tu formación académica es Licenciada en Derecho, pero de dónde nace esa vocación artística. ¿Tienes alguna formación también en arte dramático? Asimismo, ¿cómo influye tu pasión por el teatro en tu labor como abogada y viceversa?
Soy también Licenciada en Arte Dramático. Estudié las dos carreras a la vez, y confieso que el haber combinado ambas cosas hizo que la carrera de Derecho me pareciera menos densa. Pasé muy buenos ratos en la escuela de arte dramático, me encantaba hacer teatro, y esa pasión me animaba a estudiar las asignaturas de derecho con más ganas.
El volver a hacer teatro, ya dentro del ejercicio de la abogacía, me ha influido de forma muy positiva, pues ayuda a desconectar (aunque no del todo) de la vorágine de problemas en que te ves envuelta en el trabajo. Los abogados vivimos de los problemas de la gente, que de alguna forma acaban siendo nuestros, y que queremos solucionar de la mejor forma con las herramientas jurídicas existentes. No es fácil estar pendiente de todo a todas horas, y si no fuera por el teatro, para mí y para los compañeros del grupo este trabajo sería mucho más estresante, todos coincidimos en eso.
Por otra parte, el conocer las dificultades por las que atraviesan las personas, sus problemas, sus luchas diarias, te acaba haciendo más humana y más comprometida con las causas, y por eso hemos utilizado nuestro grupo de teatro como una herramienta más para ayudar a quienes más lo necesitan.
5. En tu experiencia como directora de teatro, ¿qué desafíos has enfrentado al trabajar con un grupo de actores no profesionales y cómo has logrado unir el mundo del Derecho y el Teatro?
Bueno, no ha sido difícil porque hay mucho talento en nuestro grupo, y con trabajo y esfuerzo todo se consigue. Al principio éramos un grupo muy reducido, pero ahora La Toga Teatro cuenta con más de treinta actores, y la cosa se va complicando a la hora de compaginar las agendas de todos para los ensayos, e incluso para fijar las fechas de las representaciones, pues todos tenemos nuestros compromisos de trabajo, familiares, etc., pero vamos avanzando mucho en todos los sentidos. Los actores mejoran cada día más, las obras de teatro son cada vez más ambiciosas, y también los montajes. La verdad es que el público se sorprende cuando nos ve actuar, y no pueden creer que no seamos un grupo profesional. De hecho, hace poco me dijeron una frase que nos hizo mucha gracia: “¡pero si sois mejores que los actores de verdad!”.
Pero lo importante es que somos un grupo muy unido en el que nunca ha habido fisuras. Nos divertimos juntos, nos respetamos, nos queremos y trabajamos desinteresadamente para colaborar con causas tan nobles como la de Fepamic.
6. ¿Qué crees que aporta el teatro a la vida profesional de una persona profesional de la abogacía? ¿Y cómo el ejercicio del Derecho puede enriquecer la actuación teatral?
Para los abogados “de juzgado” siempre viene bien el tener tablas. Quiero decir que el exponerte ante un público, aún haciendo un personaje, te ayuda de alguna forma a perder el temor a enfrentarte a un tribunal. Para las personas tímidas es una buena herramienta.
Por otra parte, el teatro y el derecho se complementan. Los personajes que interpretas te aportan su particular punto de vista, y el actor tiene que ver por los ojos de ese personaje, que puede tener una personalidad muy distinta a la tuya. Lo mismo ocurre con la abogacía, ya que en cada caso hay una posición distinta a la de tu cliente con la que tienes enfrentarte y que para ello tienes también que intentar comprender (a veces incluso tienes que ponerte en el lugar de tu propio cliente para entender su postura). Todo eso te enriquece personal y laboralmente, y te hace más empático.
7. Sabemos que las representaciones de La Toga Teatro se desarrollan en diferentes localidades de Córdoba, creando conciencia y apoyo hacia causas sociales. ¿Cómo ha sido la respuesta del público y qué tipo de impacto social has percibido en estos eventos?
La respuesta siempre ha sido espectacular tanto en los pueblos como en la capital. Al principio sólo actuábamos en Córdoba, pero a raíz de que contactaran con nosotros a través de una asociación benéfica en Montilla, decidimos llevar nuestro teatro a otros municipios de la provincia, y la acogida ha sido magnífica en todos ellos. Los Ayuntamientos se han volcado con nosotros y con los proyectos de las entidades para las que destinábamos la recaudación, y el público ha quedado encantado. Tras cada función que hemos representado nos han dicho que tenemos que volver.
8. La Toga Teatro es un claro ejemplo de cómo el arte puede ser una herramienta de cambio social. ¿Cuáles son tus planes futuros para la compañía en términos de proyectos o colaboraciones solidarias?
Nuestro objetivo siempre será seguir ayudando. El Colegio de la Abogacía de Córdoba siempre ha sido solidario, y el Comité de Cultura muy activo, así que mientras podamos, seguiremos adelante. Nos enorgullece poder ser parte de ese cambio social.
9. En un mundo donde la abogacía y la cultura a veces parecen caminos divergentes, ¿qué consejo le darías a otros profesionales del Derecho que quieran explorar el ámbito artístico o cultural?
Les aconsejaría que nunca dejaran de lado sus pasiones. El abogado trabaja mucho, piensa mucho, dedica mucho, y necesita una vía de escape para no desfallecer. En mi caso el teatro me ha ayudado a tener una vida más bonita, me aporta felicidad, y por eso creo que todo aquel que tenga una afición, una pasión, o le interese el mundo del arte, el cine, la pintura, la literatura, el baile, el deporte…, ya sea abogado, arquitecto, médico, maestro, o lo que sea, debe buscar un tiempo para ello, para desconectar y llenar la vida de cosas bonitas y que te aporten. Así el trabajo se hace con más ilusión.
10. Por último, ¿cómo imaginas el futuro de La Toga Teatro en los próximos años? ¿Hay alguna causa o proyecto en particular que te gustaría llevar a cabo?
Pues me conformo con poder seguir haciendo lo que hemos venido haciendo, un teatro solidario y de calidad que divierta al público y con el que podamos ayudar a quienes lo necesiten. Hay muchas obras de teatro maravillosas que me gustaría poder hacer, y muchas causas nobles con las que poder colaborar. De momento seguimos ayudando a sufragar la adquisición del exoesqueleto de Fepamic que tanto bien va a hacer a muchos niños.